La mesa Kore es muy resistente a la intemperie, al frío y al sol.
Se limpia simplemente con agua jabonosa. Acláralo bien y pásale un paño seco para evitar que queden restos.
Es importante proteger tu mesa durante los meses de invierno con una
funda adecuada y, si es posible, guardada al abrigo de la intemperie.