¿Cómo cubrir tu cama con estilo?

También llamadas cobijas o cubrecamas, las colchas tienen una función decorativa y estética. Asimismo, resulta de gran utilidad para tener una cama perfectamente hecha en tres segundos. La colcha también desempeña una función de protección de las sábanas, por lo que es ideal utilizarla en una habitación de invitados o en una residencia secundaria, donde la ropa de cama podría llenarse de polvo, además de proteger la cama de las bacterias.

La colcha también es una forma fácil de tener la cama perfectamente hecha, ¡con ella no sobresale nada! En invierno será perfecta para aislarte del frío, mientras que en verano puede sustituir a un edredón demasiado caliente.

Ligeramente más grueso que una colcha, el boutis suele estar acolchado, lo que garantiza una buena distribución del relleno para las camas acolchadas. Los boutis acolchados, son originarios de la región de Provenza en Francia, y estan hechos para dar más calor y comodidad durante la noche. Las colchas boutis serán perfectas para aportar un plus a la decoración de la habitación. El boutis también puede utilizarse para cubrir y proteger el sofá de manera elegante.

El edredón es más grueso y suave que un boutis. Su función principal es proporcionar un poco más de calor en el dormitorio. No cubre toda la cama, pero se coloca a los pies de la cama para calentar los pies. Por eso también se llama colcha de pies o edredón de final de cama. Con su aspecto abombado, dará volumen y un toque muy acogedor a tu alcoba.

La finalidad de una colcha es cubrir los muebles. Se debe de colocar de manera que cuelgue por los lados de la cama y oculte las sábanas. Es decir, se utiliza de manera estética pero no siempre aporta mucho calor a la cama. La colcha es un accesorio textil imprescindible, tanto por su belleza y toque como por su funcionalidad. El plaid o manta aporta estilo a tu cama y te permite añadir una capa extra de calor durante la noche o simplemente para hacer una pequeña siesta durante el día.

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Si deseas cubrir tu cama con una tela muy fina, considera las colchas de algodón, que también se utilizan para cubrir el sofá.  El algodón, ligero y fácil de cuidar, es el material por excelencia para los textiles del hogar. En cambio, la lana, suave y natural, es ideal para el invierno.

Para el verano, una colcha de lino es la mejor opción.  La gasa de algodón dará un aspecto vintage al dormitorio, además este material imita muy bien el lino lavado y es más económico.

Cuanto mayor sea el peso de su edredón, más cálido será. La sensación de abrigo puede acentuarse eligiendo tejidos gruesos y acogedores, como con una colcha fabricada en terciopelo. Los edredones sintéticos de poliéster se encuentran entre los modelos más baratos, sin embargo, no durarán tanto como los edredones de materiales naturales.

Para que una colcha quede perfecta, debe corresponder al tamaño de la cama. Si la colcha es demasiado pequeña, no cubrirá toda la superficie. En cambio, si es demasiado grande tocará el suelo y estará en contacto con el polvo. Por lo tanto, se recomienda de manera general, dejar una caída de 45 a 50 cm de cada lado de la cama.

Por ejemplo, para una cama individual, elige una colcha de 180 x 125 cm. Para una cama matrimonial con una anchura media de 160 cm, puedes elegir un modelo de 260 x 270 cm que te permitirá dejar una bonita caída de cada lado. Para una cama extragrande (180 cm de ancho), la colcha debe medir al menos 270 x 270 cm.

Si tu habitación ya cuenta con tonos sobrios como el blanco hueso o el gris, puedes optar por colores más vivos en la cama. Puedes utilizar colores como el amarillo, el ocre, el terracota o el rojo ya que son tonos cálidos y acogedores. Los colores fríos, como el azul y el verde, son relajantes. Las colchas azules son un elemento básico en el diseño de dormitorios, así que si quieres estar a la vanguardia de la tendencia, elige una colcha azul pato.

Combina tu colcha con las fundas de los cojines, la sábana bajera, la funda nórdica o el cabecero para armonizar los colores en tu dormitorio. Si no te sientes cómodo combinando colores, elige colores lisos y naturales: las colchas blancas, grises o beige son tu mejor opción.

También puedes crear un contraste mezclando la colcha y las fundas de almohada. Si buscas algo para los más pequeños, busca colchas con tejido de nido de abeja en colores suaves y pastel, como gris perla, verde agua o rosa palo.

La variedad de ropa de cama es amplia. Las colchas étnicas o bohemias inspiradas en el estilo exótico del mundo aportan carácter a tu dormitorio. El modelo patchwork se adaptará perfectamente a una habitación con decoración estilo cottage inglés, la colcha de terciopelo o la colcha floral se adaptan especialmente a un ambiente chic y romántico. El cubrecama de piel sintética quedará perfecto en un chalet de montaña. Si eres más clásico, te recomendamos elegir motivos geométricos discretos y puros.